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BYE BYE BLUE BOAT

 

Desde hace más de 20 años, el emblemático Teistin une Streymoy con la isla de Sandoy, a la que siempre sólo se puede acceder en barco. Esta conexión es necesaria para los locales que dependen de estas rotaciones para estar continuamente abastecidos, ya sea de alimentos pero también de entregas de mercancías. Así Sandoy vive a razón de 8 a 9 conexiones diarias que le permiten ir y venir fácilmente fuera de la isla. Sandoy vive a su propio ritmo sin influencia alguna, sólo al ritmo lento y constante de las idas y venidas del Teistin.
Planificado desde hace muchos años, el túnel submarino "Sandoyartunnilin" de 11 km de longitud conecta Sandoy a partir del 21 de diciembre, provocando una conmoción, poniendo fin a un ritmo de vida, una pausa que este cruce permitía a todos aquellos que lo utilizaban habitualmente y que se ahora es posible en menos de diez minutos gracias a esta nueva conexión submarina de más de 10,8 kilómetros.
Para la mayoría de los isleños, es la vida que han llevado hasta ahora la que cambiará. Principalmente para mejor, especialmente para los jornaleros que viajan a Torshavn, pero también para peor, ya que el túnel pone fin a una forma de vida apreciada por muchos. Sin embargo, también aislará, paradójicamente, el pueblo de Skopun, el puerto base del ferry.


Esta serie de imágenes cuenta el final de una era a través de los últimos meses de esta conexión icónica, así como la calma de Sandoy antes de ser expuesto y conectado con "el resto del mundo".

Images et textes soumis à des droits: ©Lucas Frayssinet

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